El primer paso para conseguir un maquillaje perfecto es que nuestras herramientas estén listas para el uso y en las mejores condiciones. Con el paso del tiempo, si no cuidamos nuestras brochas, se resecan, endurecen y, al final, no conseguimos el efecto deseado. Además, nuestras brochas se pueden convertir en un vehículo de transmisión de bacterias indeseadas y crearnos verdaderas molestias para nuestra piel y nuestros ojos.
Pensamos que es por culpa del maquillaje que utilizamos o que no sabemos cómo aplicarlo, pero el problema es que nuestros pinceles no están en óptimas condiciones para su uso. Por eso, no hay que olvidar mantenerlas limpias, así como las esponjas, que suelen estar siempre humedecidas para una mejor aplicación del maquillaje.
Te vamos a descubrir cuál es la mejor forma de limpieza para que tus pinceles duren más.
¿Qué tipos de brochas elegir?
Las brochas son imprescindibles para conseguir un resultado perfecto en tu maquillaje. Son herramientas creadas específicamente para que la aplicación del maquillaje sea más sencilla y puedas conseguir el resultado final deseado.
Pero para lograrlo es muy importante tener en cuenta qué pinceles se necesitan para cada tipo de textura de maquillaje y en qué zona de la cara. Si eliges las brochas adecuadas te asegurarás una correcta aplicación del maquillaje y un look perfecto.
Para la aplicación de productos líquidos o en crema, siempre es más aconsejable utilizar brochas sintéticas, porque no absorben el producto y, de esta forma, evitas los horribles pegotes que se te pueden quedar por la cara. Te aseguras aplicar exactamente la cantidad de maquillaje que necesitas.
En cambio, para productos en polvo, es preferible utilizar pinceles de fibra natural, que son mucho más suaves y ayudan a aplicar mejor el producto en el rostro.
La importancia de la limpieza
No todo tiene que ver con la calidad del material y herramientas que utilices a la hora de maquillarte. Para elegir las mejores brochas debemos tener en cuenta que estas sean de buena calidad y que, a la vez, te ayuden a conseguir un resultado perfecto.
Para que tus utensilios estén en perfectas condiciones es muy importante lavar las brochas, no es necesario cada día, pero sí una vez al mes. Los pinceles y esponjas están en contacto directo con diferentes productos de maquillaje y, si no se lavan, se acumula suciedad que después aplicamos en nuestro rostro.
Este continuo proceso de maquillarse, sin tener los utensilios limpios, puede provocar al final el efecto contrario en tu piel y causarte irritaciones, que te salgan granitos, o peor aun, que trasmitas inflamación de una parte a otra del rostro.
Y no solo eso, unas brochas sucias pueden arruinar completamente tu maquillaje. Al no estar limpios, los pinceles no absorben tanto el producto y, por eso, no se consigue aplicar de forma correcta en el rostro.
Además, si lavas y mantienes tus brochas, conseguirás tener unos pinceles impecables y te durarán mucho más tiempo.
Pasos a seguir
Además de mentalizarse de la importancia de mantener limpios los pinceles, hay que saber cómo se lavan. Y tan importante es saber lavarlos como aprender a secarlos.
- Lo primero que debes hacer es conseguir un champú o jabón con PH neutro. Colocas una pequeña cantidad de este jabón en la palma de tu mano y vas frotando la brocha con movimientos circulares, sin presionar demasiado para no estropear las cerdas y modificar la direccion de los pelos.
- Una vez hecho esto, hay que aclarar el pincel con agua hasta que salga limpia y no quede restos de jabón. Esta fase es importante que se haga con agua fría o templada y que sea con un chorro de agua corriente suave.
- Siempre hay que lavar las brochas en la dirección del pelo, el agua tiene que ir desde la base del pelo a la punta, evitando mojar demasiado el mango. Si se hiciera al revés, el agua puede entrar en el mango y pudrir la madera, a la vez que las fibras de pelo se estropearían.
- Y dejarlos secar encima de una toalla limpia o papel absorbente hasta que se sequen completamente. Es conveniente rotar las brochas para evitar que cojan malas formas y de paso ayudar al secado uniforme. Para no estropearlas es aconsejable dejarlas en posición horizontal, con el fin de evitar que el agua entre en el mango y se abran las cerdas.
Hay personas que se reservan un día a la semana para realizar esta rutina. Eso ya depende de la frecuencia con la que utilices estas herramientas y con qué productos. Otro factor a tener en cuenta es si son de tu uso exclusivo o las compartes con otras personas.
Si tienes la necesidad de utilizar los pinceles en el momento, puedes acogerte a la solución rápida y utilizar un limpiador de brochas, como son los líquidos instantáneos. Además de rápidos, son fáciles de utilizar. Se aplica el líquido sobre el pincel y se frota ligeramente con una toalla o papel absorbente.
Rutinas para lavar las brochas según su utilización
Existen diferentes rutinas para lavar las brochas dependiendo de para que se utilizan y de qué están hechas.
- Brochas de base de maquillaje: los pinceles que utilizamos para aplicar la base de maquillaje es aconsejable limpiarlos cada pocas semanas o incluso, una vez por semana si los utilizamos diariamente. Estas brochas y esponjas se utilizan para aplicar, sobre todo, productos líquidos o en crema, por eso se ensucian más y es necesario lavarlas con más frecuencia.
Las brochas que solemos utilizar para aplicar base de maquillaje suelen ser sintéticas. En este caso, podemos utilizar aceite de oliva y después lavar la brocha con champú o jabón para quitar los restos de aceite. O, utilizar un lavavajillas líquido, para aparte de eliminar la suciedad, desinfectar los pinceles.
- Brochas para productos en polvo: los pinceles que utilizamos para aplicarnos, por ejemplo, sombra de ojos o polvos bronceadores, basta con limpiarlos una vez al mes. De esta forma, evitaremos que los pinceles se estropeen y mezclar diferentes colores que utilicemos.
En este caso, solemos utilizar pinceles de fibra natural, así que deberemos ir con más cuidado a la hora de limpiarlos para evitar deshilachar el pincel. Con una pastilla de jabón hidratante o con un champú podemos eliminar de forma sencilla los restos de maquillaje que queden en los pinceles.
Si no sigues esta rutina, las cerdas de las brochas, se secan, se debilitan y empiezan a caerse. En ese momento, es cuando debes cambiar tus pinceles, porque se reduce la eficacia en la aplicación del maquillaje.
Así que no lo dudes, haz un pequeño esfuerzo, saca tiempo de tu día a día y dedícale tiempo a tus brochas y esponjas. No solo lo notarás en el resultado final de tu maquillaje, sino que también en tu piel, que la sentirás más limpia y libre de impurezas.
2 comentarios
Excelentes recomendaciones para limpiar las brochas, saludos
Muchas gracias por tus palabras. CIAO